Cómo se restaura y recupera una acuarela antigua: guía para tu primera restauración

restauración de acuarelas


Si bien se conservan acuarelas de la época egipcia, del 7.000 al 6.000 antes de cristo e, incluso, podríamos considerar acuarelas a las pinturas rupestres encontradas en Francia hechas con tierras ocres rojas mezcladas con agua, de hace 40.000 a 60.000 años, en realidad la inmensa mayoría de las acuarelas tiene una vida relativamente corta, no más allá de 100 años.

Pero si has heredado una acuarela de la abuela o de un bisabuelo, de quien además heredaste el amor y la pasión por esta técnica pictórica, que sepas que al igual que óleo o el acrílico, puedes restaurarla.

El paso del tiempo puede afectar estas obras de arte, haciendo que los colores se desvanezcan, el papel se vuelva frágil y la pintura se agriete o se descascare. La restauración de acuarelas antiguas es un proceso delicado que requiere experiencia, habilidad y un profundo conocimiento de los materiales y técnicas utilizados en su creación.

Si tienes una acuarela antigua que te gustaría restaurar, es importante que consultes con un restaurador profesional. Un restaurador podrá evaluar la condición de la obra de arte y desarrollar un plan de tratamiento personalizado.

Sin embargo, si te sientes cómodo trabajando con tus propias manos y quieres aprender los conceptos básicos de la restauración de acuarelas, esta guía te proporcionará una introducción a los pasos y técnicas involucradas.

Materiales necesarios para la restauración de acuarelas

  • Mesa de trabajo limpia y bien iluminada
  • Guantes de látex
  • Mascarilla protectora
  • Esponja suave
  • Agua destilada
  • Algodón sin pelusa
  • Hisopos de algodón
  • Lápiz y papel
  • Goma de borrar
  • Pinceles finos
  • Acuarelas de calidad artística
  • Fijador de acuarela
  • Barniz para acuarelas (opcional)
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Pasos para la restauración

1. Evaluación de la condición

El primer paso en la restauración de una acuarela antigua es evaluar su condición. Esto implica examinar la obra de arte en busca de daños, como manchas, decoloración, rasgaduras, descamación de pintura y daños en el papel.

No solo nos referimos a lo que se ve a simple vista, hay que hacer una observación meticulosa, a ser posible con lupa o cualquier artefacto que permita ver de manera ampliada el estado del pigmento y el papel.

Tu teléfono móvil puede ser una excelente herramienta si usas el zoom para realizar fotos desde cerca que luego puedas ampliar.

También es importante identificar el tipo de papel utilizado y los pigmentos de las acuarelas.

2. Limpieza superficial

Si la acuarela está sucia o polvorienta, se puede limpiar suavemente con una esponja suave humedecida con agua destilada. Es importante tener cuidado de no frotar demasiado fuerte, ya que esto podría dañar el papel o la pintura.

Aunque sea una acuarela antigua, si no está barnizada ni protegida, el agua podría reblandecer la pintura y ocasionar un desastre. Ni que decir tiene que no debes usar alcohol ni otro tipo de productos. E, incluso, el paño debería estar solo ligeramente húmedo, ni siquiera mojado.

Puede ser conveniente limpiar con una gasa (como la de las gafas) en seco, ante las dudas.

3. Eliminación de manchas

Si la acuarela tiene manchas, se pueden eliminar con una variedad de métodos, dependiendo del tipo de mancha. Las manchas de moho se pueden tratar con un fungicida, mientras que las manchas de agua se pueden eliminar con una esponja humedecida con agua destilada.

Nuevamente hay que tener mucho cuidado con la cantidad de agua. Y en el caso de productos fungicidas hay que probar primero en una esquina o lugar donde no sea muy grave el daño si la pintura se estropea.

Los hongos pueden "matarse" en parte si dejamos la obra a la luz del sol un tiempo suficiente, pero no demasiado como para que éste le ocasione un nuevo daño.

4. Reparación de rasgaduras

Si la acuarela tiene rasgaduras, se pueden reparar utilizando papel japonés y adhesivo para papel. Es importante que el papel japonés sea del mismo grosor y textura que el papel original de la acuarela.

Aquí tienes dos alternativas.

  • Si el papel se puede recomponer uniéndolo y la rasgadura apenas es perceptible, puedes poner el papel japonés por la parte posterior para reforzar y luego con acuarelas matizar la línea de corte.
  • Si el papel no se puede recomponer uniéndolo porque, por ejemplo, falta un trozo, entonces tendrás que usar el papel japonés por la parte anterior para cubrir lo faltante y luego, con muy buena técnica, repintar lo que falte.

5. Relleno de áreas descascarilladas

Si la pintura se ha descascarillado, se puede rellenar con una mezcla de acuarela y pegamento blanco. Es importante que la mezcla de acuarela coincida con el color original de la pintura.

Puedes usar cola sin diluir que mezclas con acuarela del mismo color base, que si no coincide podría ser un poco más claro (con la menor diferencia posible). La mezcla la usas a modo de masilla ligera. No apliques en exceso. Pon siempre menos cantidad de la necesaria para cubrir el descascarillado y extiende con un pincel, sin mojarlo en agua.

Cuando se seque puedes pintar encima y retocar con acuarelas, buscando los mismos tonos y dando continuidad a líneas, curvas, degradados, etc.

6. Retoque de colores

Una vez que se hayan reparado los daños físicos de la acuarela, se pueden retocar los colores que se hayan desvanecido o desgastado. Esto se debe hacer con cuidado, utilizando pinceles finos y acuarelas de calidad artística.

Hay que tener cuidado siempre con el agua y la dilución de la pintura en la misma para evitar causar nuevos daños a la vieja acuarela que estás restaurando. Trabaja pequeñas zonas porque buscamos devolver la vida a una obra artística, no a sustituirla por otra.

Recuerda el famoso caso del Ecco Homo del pueblo zaragozano de Borja. Tú no quieres tu ecco homo particular, ¿verdad?

7. Fijación

Una vez que se haya completado el proceso de restauración, la acuarela se debe fijar con un fijador de acuarela. Esto ayudará a proteger la pintura del polvo y la humedad.

Con respecto al fijador, que puede ser aplicado con pincel o en spray, es ideal invertir en un producto de buena calidad adquirido en Amazon o en papelerías técnicas. Generalmente el producto te dará para varias obras y le podrás sacar rendimiento.

8. Barnizado

Si se desea, la acuarela se puede barnizar para darle un acabado brillante. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el barnizado puede alterar el aspecto original de la acuarela. Sobre todo si buscas efectos mates en la obra final.

¡Recuerda que ha de ser barniz para acuarela! No sirve cualquier tipo de barniz. Los barnices en esmaltes o para acrílicos podrían dañar el pigmento de la acuarela que hay debajo.

Al respecto tienes barnices mates o satinados, no necesariamente tienes que usarlos brillantes, pero la capa traslúcida que añades a la acuarela igualmente va a generar algunos brillos. Es el mismo efecto que cuando pones tu acuarela en un marco acristalado.

La incidencia de la luz en el cristal variará la percepción de la obra. El barniz, aunque sea mate, si no se da en una capa muy fina, podrá variar en algunas circunstancias la percepción del observador.

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Bonus track para restauradores en potencia

  • Es importante trabajar en un área bien ventilada y usar guantes de látex y una mascarilla protectora para evitar la inhalación de polvo y productos químicos.
  • Si no estás seguro de cómo realizar un paso en particular del proceso de restauración, es mejor consultar con un restaurador profesional.
  • Es muy importante documentar el proceso de restauración, tomando fotografías y notas detalladas de los pasos que se han tomado, especialmente con obras de gran valor económico o histórico.

La restauración de acuarelas antiguas es un proceso gratificante que puede ayudar a preservar estas obras de arte para las generaciones futuras.

Con cuidado, paciencia y las herramientas y técnicas adecuadas, puedes restaurar una acuarela antigua y devolverle su belleza original.

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