Cómo centrar el dibujo en el papel: acuarela para principiantes

Centrar un dibujo en el papel puede ser un reto, especialmente para principiantes en acuarela. Esto se debe a que tu ojo no entrenado aún siempre te va a engañar. Y lo que parece en el centro no lo está. Algo que va a resaltar más que otra cosa cuando esté terminada la obra, pero no antes. No podríamos decirte por qué pero siempre es así.

La técnica de la acuarela, con sus fluidos pigmentos y sutiles transparencias, requiere un enfoque especial para lograr una composición equilibrada y atractiva. Forma parte de la obra. No solo se trata de dar color al papel. Se trata de que la composición haga resaltar esos colores y formas. Y te lo garantizamos, una mala composición también puede destruir tu acuarela.

En este tutorial, te guiaremos paso a paso en cómo centrar tu dibujo en el papel utilizando una técnica sencilla basada en la regla de los tercios de la fotografía, y te explicaremos cómo esta herramienta puede ayudarte a crear composiciones más dinámicas y llamativas.

Y además de la regla de los tercios que se usa en composición fotográfica te enseñaremos otra aún más simple basada en las diagonales del papel.

¡Vamos allá!

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Materiales para encuadrada bien tu acuarla

Primer paso, muy importante, necesitas que el papel y la imagen de referencia, si una fotografía u otro cuadro, tengan las mismas proporciones. Por ejemplo, si la imagen de referencia es cuadrada necesitas un papel de acuarela cuadrado (puedes recortar uno).

También puedes encuadrar dentro de un papel con distinta proporción, de dos maneras diferentes. Encajar dentro del papel las proporciones de la imagen de referencia (por ejemplo, una imagen cuadrara llevarla a un cuadrado dentro de una hoja tamaño DIN A4); o bien hacerlo al contrario y en la imagen de referencia marcar una zona que quieres trasladar a tu acuarela y a partir de ahí, encuadrar.

Para todo esto necesitas:

• Foto de referencia
• Lápiz
• Regla
• Goma de borrar
• Papel de acuarela

Paso 1: Preparación

Selecciona una foto de referencia que te inspire y que desees dibujar. Asegúrate de que la foto tenga una buena calidad y que el motivo principal esté claramente definido.

Ayuda mucho, como comentamos anteriormente, que la imagen tenga las mismas proporciones (no tamaño, sino relación de aspecto alto x ancho) que el papel de acuarela que vas a usar. Pero esto no es siempre posible (leer más arriba).

Coloca la foto sobre una superficie plana y fíjala con cinta adhesiva o clips. Es importante que no se mueva. Y a ser posible trabaja sobre una copia y no sobre un original que quieras conservar intacto.

Toma una hoja de papel de acuarela y colócala junto a la foto. Y aquí tenemos varios casos, como ya hemos comentado.

• Si ambas tienen la misma proporción, es decir, por ejemplo, si la foto es 20x15 y tu papel de acuarela es 40x30, ambos son equiparables en proporción (2:1,5). Por lo tanto es más fácil de trasladar la imagen original a tu obra.

• Si no tienen la misma proporción lo que puedes hacer es meter toda la imagen dentro de tu papel de acuarela dibujando su forma dentro de la hoja y dejando el espacio sobrante en blanco (más tarde podrás rellenarlo con un fondo). Para ello tendrás que hacer algunos cálculos sencillos. Aquí puedes decidir sobre cuánto espacio quieres que ocupe la imagen con su propia proporción dentro del papel de acuarela.

• Si no tienen la misma proporción también puedes hacerlo al revés del paso anterior. Marcar en la foto un espacio que quieres replicar en tu obra, para ello deberás dibujar un cuadrado o rectángulo en la fotografía o imagen original con las mismas proporciones (no hablamos de dimensiones) que tu papel de acuarela.

Como escalar una imagen para trasladar con otras dimensiones

Son matemáticas básicas.

Si tienes una fotografía de 30x20 (ancho x alto) y quieres llevarla a un papel de acuarela de 100 x 50 sabes que la dimensión máxima que puedes ampliar la fotografía en tu obra es hasta 50 centímetros de alto.

¿Pero cuánto sería el ancho?

• Pues 50 (alto final) / 20 (algo original) = 2,5 (la proporción).

• Ahora multiplicamos 30 (ancho original) x 2,5 (la proporción final) y nos da 75 (ancho final).

• Por lo tanto, tu obra la vas a encajar en unas dimensiones de 75 (ancho final) x 50 (alto final).

• Si el ancho final es 75 pero el papel de acuarela tiene 100 de ancho, sabes que te sobran 25, es decir, por cada lado tendrás que dejar 12,5 en blanco a lo ancho.

Que, si tu obra no está enmarcada, lo que haces es pintarlo con el color de fondo y agrandarlo.

¿Te ha quedado claro? Si tienes dudas, pregúntalo en los comentarios.

Paso 2: Aplicación de la regla de los tercios

La regla de los tercios es una técnica de composición utilizada en fotografía y pintura que divide la imagen en nueve partes iguales mediante dos líneas horizontales y dos verticales. Los puntos de intersección de estas líneas se denominan "puntos de interés".

Con una regla y un lápiz, dibuja dos líneas horizontales y dos verticales sobre la foto, dividiéndola en nueve partes iguales.

A ver, vamos por partes.

• Primero divide tu ancho de obra (en el ejemplo anterior eran 75) entre 3 (te daría 25). Pues haz una marca arriba y abajo a 25 y a 50 y traza una línea recta de arriba a abajo con lápiz, muy tenue (no aprietes para evitar marcas). ¡Ojo! Haz la marca en el espacio donde vas a encajar la fotografía y que has marcado en el papel, no desde el extremo de la hoja o lienzo!

• Segundo, repite el proceso a lo largo. En nuestro ejemplo era 50 de alto, que entre 3 daría 16,6 así que haz una marca a 16,6 y a 33,3 a lo alto, en cada lado del marco donde vas a encajar tu obra (no del papel). Si coincide marco con papel, pues perfecto, pero si no coincide, como te hemos venido remarcando, tenlo en cuenta.

Deberías de tener algo así.

Ahora repite el proceso en la imagen original (de ahí que te digamos que uses una copia que no te importe estropear).

Observa si el motivo principal de la foto se encuentra ubicado en uno de los puntos de fuerza (que son los puntos de interés) o cerca de ellos. Si hay elementos horizontales como un árbol o una persona es conveniente que esté en una de las líneas guías verticales. Y si hay elementos como una línea de horizonte es conveniente que esté en una de las líneas guías horizontales. Esto ayuda a crear una composición más dinámica y equilibrada.

Al encajar la imagen de manera proporcional en tu papel de acuarela puedes aprovechar para mover la imagen hasta que encaje como tú deseas. Por cierto, la zona áurea es la zona de mayor atención para el ojo y dónde debería estar el motivo principal de la obra, pero no siempre. Es más estético si el objeto principal lo mueves hacia una de las líneas guías.

Paso 3: Transferencia de la imagen al papel

Observando la foto y la hoja de papel con las líneas de la regla de los tercios marcadas, comienza a dibujar el motivo principal en la hoja de papel, utilizando los puntos de interés como referencia.

Te puede ayudar subdividir cada cuadrícula en varias partes para utilizarlo como guía a la hora de hacer el boceto que te guiará en la pintura. Es fácil. Si una línea de demarcación de zonas de color va desde la mitad del primer tercio hacia el segundo punto de fuerza inferior, solo tienes que replicar esa línea en tu papel sirviéndote de las líneas guías.

No te preocupes por la perfección en este paso, simplemente esboza las formas básicas del dibujo, teniendo en cuenta la ubicación y el tamaño del motivo dentro de la composición.

Puedes utilizar un lápiz de grafito suave para el boceto, ya que este se puede borrar fácilmente con una goma de borrar.

¡Y no aprietes o dejarás marcas que se notarán incluso con muchas capas de pintura!

Paso 4: Refinamiento del dibujo

Una vez que tengas un boceto básico, puedes comenzar a refinar el dibujo. Define los detalles, las formas y las líneas con mayor precisión.

Presta atención a la perspectiva y las proporciones del dibujo, asegurándote de que el motivo principal se vea natural y coherente dentro de la composición.

Aquí entramos en tus dotes de dibujo y se sale ya de lo que es encajar una imagen original en un lienzo o  papel de acuarela. Más adelante profundizaremos en cómo mejorar tu técnica de dibujo.

Paso 5: Aplicación de la acuarela

Cuando estés satisfecho con el dibujo a lápiz, es hora de comenzar a aplicar la acuarela.

Recuerda, el boceto debe ser muy tenue, sin apretar el papel. Incluso hay quien hace el dibujo y luego lo borra porque el rastro que deja el grafito o el lápiz es más que suficiente. Sin embargo, si usas el boceto para demarcar zonas de color lo que hará el trazado es remarcar la separación de zonas y realzará el resultado final anulando, un poco, la indefinición de zonas tan característica de una acuarela. 

Comienza con los colores más claros y diluidos, creando capas finas de color. Deja que cada capa se seque antes de aplicar la siguiente.

A medida que avanzas, puedes ir agregando colores más intensos y opacos, creando profundidad y contraste en tu pintura.

Experimenta con diferentes técnicas de acuarela, como lavados, degradados y reservas en blanco para crear efectos únicos y llamativos.

Paso 6: Detalles finales

Una vez que hayas aplicado la acuarela en toda la pintura, déjala secar completamente.

Si es necesario, puedes realizar algunos retoques con lápiz o acuarela para corregir detalles o agregar algunos elementos finales.

¡Ah! ¿Te hemos sorprendido?

Efectivamente, hay pintoras y pintores que una vez terminan de pintar con las acuarelas remarcan el boceto, sus líneas principales, con lápiz, acrílico o rotuladores específicos para arte. Cuando hacemos esto es porque buscamos ese efecto de separación de zonas de color tan remarcado.

Finalmente, firma tu obra y disfruta de tu creación.

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Otra manera de encajar más simple

Una manera más simple de encajar que la regla de los tercios es con las diagonales. Pero eso te exigirá unas buenas dotes de dibujo y un buen ojo.

Lo utilizamos solo para encajar objetos en el centro del papel porque queremos centrar la atención sobre algo en específico.

El proceso inicial es el mismo. Debes trasladar al papel la zona que vas a utilizar para el dibujo o bien marcar en el dibujo las proporciones del papel.

Ahora traza dos diagonales de esquina a esquina. Aquí es más importante incluso que en la regla de los tercios tener imagen original y papel exactamente con las mismas proporciones.

Las diagonales las debes marcar en el dibujo original y en el papel donde vas a ejecutar tu acuarela.

Ahora conoces el centro real de tu obra y puedes empezar a trabajar a partir de ahí.

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Bonus track para acuarelistas con aspiraciones

Practica la regla de los tercios con diferentes fotos antes de aplicarla a tu dibujo final. Si tienes varias copias del dibujo original, meor.

No tengas miedo de experimentar con diferentes composiciones y ubicaciones del motivo principal. Pero para eso tienes que jugar a la hora de trasladar el encaje (marco) del papel en la imagen original o viceversa.

Recuerda que la acuarela es una técnica que requiere paciencia y práctica. No te desanimes si los resultados no son perfectos al principio. Con el tiempo y la dedicación, irás mejorando tus habilidades y creando hermosas acuarelas.

Utilizar la regla de los tercios en acuarela puede ser una herramienta valiosa para principiantes que buscan centrar sus dibujos en el papel y crear composiciones más dinámicas y equilibradas.

Volvemos a insistir en lo mismo, la práctica y la experimentación son claves para dominar esta técnica y crear hermosas obras de arte con acuarela.