6 técnicas básicas de acuarela que debes dominar desde el inicio

técnicas de acuarelas


Ya hemos introducido varias veces a nuestros lectores en las técnicas básicas de la acuarela. Ahora es el momento de profundizar un poco más y conocer las 6 técnicas básicas de acuarela que debes aprender a dominar desde el principio con tus primeras obras.

Vamos a introducirnos en las aguadas graduales, los esbozados, las veladuras, líneas finas, húmedo sobre húmedo (o acuarela fluida) y el pincel seco.

Partimos de la base que ya has adquirido el equipo necesario y ya estás en la fase de acostumbrarte al manejo de las herramientas y los materiales. Ahora es un buen momento para usar papel de acuarela de media o baja calidad, porque vas a tirar muchas hojas a la papelera.

Nuestra primera recomendación es usar los pinceles sin miedo y practicar las técnicas elementales sobre las que se fundamenta todo el arte acuarelista.

Consejo: Antes de empezar recuerda que con la acuarela es necesario adquirir destreza en el control de la cantidad de agua empleada. Además los pinceles deben aclararse regularmente con agua limpia (siempre antes, durante y después de usarlos), además de secarlos con papel absorbente limpio cuando has terminado de usarlo.

Todo lo que necesitas para tus acuarelas en Amazon
Aguas graduales

  1. Inclina el tablero sobre el que pintas unos 10 grados con respecto a la horizontal.
  2. Moja toda la superficie del papel (solo agua).
  3. Carga el pincel con una aguada de color fuerte (poco diluido) y da una pincenlada horizontal en la parte superior del papel.
  4. A continuación diluye un poco el color y da otra pincelada ligeramente solapada con la anterior.
  5. Continua trabajando rápido hacia abajo reduciendo progresivamente la fuerza del color.

También puedes hacerlo de abajo a arriba o de un lado al otro, pero en cualquier caso conviene que la inclinación del papel acompañe el sentido del degradado.

Haz varias pruebas hasta obtener un resultado satisfactorio.

Esbozados

El esbozado tiene el mismo efecto que el enmascarado. Consiste en rellenar partes del papel con colores que posteriormente pueden recibir una veladura (ver más abajo) con otros colores lo que genera formas y volumen.

Para esta técnica necesitas pinceles planos ya que necesitas definir zonas muy concretas.

Una forma de conseguir el esbozado es creando formas con papel recortado de tal manera que al pintar con acuarela y quitar el papel recortado, queden zonas limpias.

Un acuarelista experimentado no necesitará de este truco para conseguir el mismo resultado.

El esbozado requiere que el pincel esté bien cargado de pintura para que ésta no corra sobre el papel y rompa los márgenes que el artista quiere conservar.

Veladuras

La transparencia de la acuarela es vista como una debilidad o anomalía por pintores de óleo, acrílico o pastel. Sin embargo es esa transparencia lo que le da el carácter único del arte en acuarela.

Aprovechando esta característica puedes obtener tonos medios y oscuros simplemente con una segunda aguada aplicada sobre una primera capa seca de color.

Hay que actuar rápido, no puedes perder mucho tiempo sobre la zona previamente pintada que, se supone, además está bien seca, ya que el agua podría degradar esa parte del papel.

Es la técnica ideal para generar volumen a través de las sombras.

Líneas finas

Para esta técnica debes utilizar pinceles finos. Son habituales para pintar aparejos de barcos y elementos como cables o pósters de paisajes urbanos.

Es ideal para definir árboles y arbustos, especialmente cuando no tienen follaje y las finas ramas quedan a la vista.

El pincel debe sujetarse verticalmente y el ancho del trazo lo controla el artista con la presión que ejerce hacia el papel.

Esta técnica requiere de un buen pulso y de un buen control sobre el pincel así que conviene practicar, practicar y practicar. 

De hecho, incluso los artistas experimentados, al enfrentarse a las líneas finas, practican antes el efecto deseado en un papel aparte hasta encontrar el punto deseado.

Húmedo sobre húmedo

Para algunos acuarelistas el húmedo sobre húmedo es lo mismo que la acuarela fluida. De hecho, es prácticamente lo mismo.

Es una técnica que produce efectos abstractos maravillosos. 

  1. Se humedece una parte del papel y se aplican varios colores.
  2. Se inclina el tablero de pintar y se deja que los colores corran mezclándose unos con otros.
  3. El control de la obra lo realizas moviendo el tablero y no pintando con el pincel.
Aquí la práctica y la experimentación son claves convirtiendo el arte en una suerte de lotería (un poco al menos) en cuanto al resultado final.

Es decir, el artista suele encontrarse con el resultado más que buscarlo intencionadamente.

A pequeña escala puedes usar esta técnica para crear superficies tridimensionales como vegetación en un prado, por ejemplo, donde los objetos se esbozan de manera difuminada para que el observador los intuya.

Pincel seco

Por último nos enfrentamos a una técnica que bien podrían decir los modelistas que ha sido sacada de sus técnicas de pinturas, al igual que las veladuras (que ellos llaman aguadas).

Aquí utilizamos el pincel prácticamente sin agua. La presión que ejerces sobre el pincel influye en la marca que dejas sobre el papel. Y el trazo tiende a desintegrarse a lo largo de la línea.

Todos estos efectos juntos pueden generar interesantes resultados sobre todo para los primeros planos de una obra ya que aporta fuerza al espectador de la obra.

El acuarelista está jugando aquí con la densidad del pigmento y con su textura, casi como si fuera un óleo pero sin llegar a cometer algún tipo de sacrilegio al dios del arte.

Porque sigue siendo acuarela.


Comentarios